Chris Lirakis, líder del equipo de instalación de sistemas cuánticos de IBM, nos cuenta por qué el IBM System Two es una revolución para la informática y la ciencia en general
La computación cuántica no se trata sólo de velocidad, sino de resolver problemas que antes no podíamos resolver", me comenta Chris Lirakis en una entrevista por videoconferencia. Como líder de IBM Quantum para la implementación de las máquinas electrónicas más avanzadas del planeta, Arrakis es responsable de instalar el nuevo IBM Quantum System Two, un nuevo ordenador cuántico que promete una revolución en el desarrollo de tecnología y la investigación científica hasta ahora impensable.
Estas máquinas se organizan en una intrincada estructura de múltiples capas que reducen la temperatura para enfriar los qubits cuánticos, la unidad básica de información cuántica, a un nivel más frío que el espacio exterior. La velocidad de computación resultante va mucho más allá que cualquier supercomputador pero, debido a la naturaleza de la mecánica cuántica —en la que el estado de las partículas se fija en el momento de la observación— tienen demasiados errores para poder usarse en aplicaciones generalistas.
Hasta no hace mucho, las computadoras cuánticas se usaban principalmente en experimentos académicos esotéricos para descubrir el tejido mismo de la física cuántica. Hoy en día también se utilizan para aplicaciones prácticas, pero de forma muy limitada. Por ejemplo, para modelar el comportamiento de átomos y moléculas en el reino cuántico. Empresas como Boeing utilizan las máquinas de IBM para investigar materiales resistentes a la corrosión como no podían hacerlo antes.
Ahí es donde entra el nuevo IBM Quantum System Two, la segunda generación de la primera computadora cuántica comercial, el IBM Quantum System One. La nueva máquina es la primera de su clase "diseñada en torno al concepto de modularidad de que cualquier componente de computadora puede actualizarse y avanzar a medida que cambia de opinión, a medida que realiza nuevos descubrimientos a medida que avanzamos en nuestra hoja de ruta", dice Lirakis.
Mirando hacia atrás, parece como si IBM estuviera repitiendo la historia de la informática, siguiendo los mismos pasos que anduvo antaño con los primeros mainframes de los años 60. “Todavía estamos tratando de descubrir cuál es la mejor manera de crear el qubit. [Esta evolución] se encuentra ahora en el punto en el que nos estamos alejando de las válvulas de vacío. Incluso se puede decir que estamos entrando en la era de los transistores de germanio”, describe Lirakis.
Ahí es donde entra el nuevo IBM Quantum System Two, la segunda generación de la primera computadora cuántica comercial, el IBM Quantum System One. La nueva máquina es la primera de su clase "diseñada en torno al concepto de modularidad de que cualquier componente de computadora puede actualizarse y avanzar a medida que cambia de opinión, a medida que realiza nuevos descubrimientos a medida que avanzamos en nuestra hoja de ruta", dice Lirakis.
Mirando hacia atrás, parece como si IBM estuviera repitiendo la historia de la informática, siguiendo los mismos pasos que anduvo antaño con los primeros mainframes de los años 60. “Todavía estamos tratando de descubrir cuál es la mejor manera de crear el qubit. [Esta evolución] se encuentra ahora en el punto en el que nos estamos alejando de las válvulas de vacío. Incluso se puede decir que estamos entrando en la era de los transistores de germanio”, describe Lirakis.